30 de mayo de 2010

Seis meses

Wow...

Mi mundo está dando la vuelta, llevo dos meses en el trabajo, vivo de noche, duermo de día, el tiempo está volando demasiado rápido y la primavera me está matando en varios sentidos, una es humana.

Hay un bebé en gestación que va a ver la luz en poco tiempo, tengo planeado hacer un viajecito bastante interesante el mes que viene y bueno, es la hora de la reflexión, que como dice mi hermana, a veces parezco Carry Bradshaw despedazando circunstancias.

Bajo los objetivos a cumplir al llegar aquí, ya puedo tachar uno de ellos, pero como no va a ser el único, lo dejo sin marcar: Hace unos días disfruté de un concierto alucinante, Porcupine Tree, buena música, en buena compañía, conocí un bar al que pretendo ser asidua, por tanto también en buen ambiente, ¡noche redonda!

Después de medio año pasado por diversas temperaturas y cambios climáticos, me planteo si las cosas son como pensaba que serían al llegar aquí y haberle dado el "sí, quiero" al cambio radical de mi situación. La respuesta, como venía siendo antecedente en las anteriores entradas, es SI.

Sigo pensando que me gusta el ambiente, sigo pensando que la gente está loca y un añadido, ahora también pienso que es este lugar el que los vuelve locos.

Emocionalmente estoy viviendo en una montaña rusa, tengo para todos los gustos pero situando gráficamente mis emociones podemos ver que a pesar de las ligeras tendencias descendentes, van ganando por partida triple las ascendentes, ¡nadie dijo que fuera a ser fácil! Con esto dicho, el lado positivo (uno más si cabe) de todo esto, es el contraste comparativo con el encefalograma plano que disfrutaba en Valencia.


¡Hasta la próxima!

10 de abril de 2010

Nido de locura

Esta ciudad está llena de grandes genios.

Me baso en la cantidad de locos que veo a mi alrededor. Lo que entendemos hoy por hoy como locura, ya se sabe, cuando ves a la gente hablando sola por la calle, haciendo gestos incomprensibles, balbuceando sinsentidos, esos que te miran con ojos idos fijamente en el autobús, o sencillamente, encontrarse a un sujeto, digno de psiquiátrico, pero ¡eh! con camisa de fuerza incluida, con una olla llena de un potingue blanco en un vagón del metro, esparciéndolo por doquier... sí, ese tipo de locura.

Esta no es una ciudad rápida, no es el estresante mundo de las grandes ciudades pero noto que hay falta de comunicación, es decir, bajo mi propio criterio por supuesto, estamos a caballo entre esa falta de vida que crea en el primer mundo unas personas rápidas, egocéntricas, exigentes y vacías con esa familiaridad, cercanía, inocencia e inocuidad de un pueblo del interior. Veo a menudo rostros gastados, cansados y tal vez mucha indiferencia. Me encanta observar esas miradas idas, perdidas, pensativas, despiertan en mí esa curiosidad innata. Es un mundo diferente, gente diferente.

Nunca acabaré de sorprenderme con la raza humana, nunca dejaré de observarla, o al menos, así lo espero.

Good Night, Montreal.

16 de marzo de 2010

Me estoy enamorando

Y esta vez, voy en serio.

Me estoy enamorando de cada uno de tus rincones, recorro con la mirada cada gesto que produces, todos los movimientos que generas a tu al rededor. Por tus rarezas, tu edad y diversidad, conocimientos y actitudes. Por todas tus puertas abiertas, por que siempre que me es posible veo contigo el amanecer y me encanta. Amo todas esas sensaciones que produces, tan contradictorias, incoherentes, paradójicas, ilógicas, absurdas, disparatadas, discordantes. Me encanta cuando tienes la piel blanca y me haces temblar, cuando me acaricias la cara y haces que piense en voz alta, cada sonrisa que me sacas cuando contemplo tu luz, cuando me das calor, incluso cuando me pones enferma.

Y lo lamento, lamento mucho escribir así despues de todo. He dudado de ti un tiempo, no me sentía bien, tal vez algo deprimida pero me estás haciendo crecer y eso es algo que nunca voy a olvidar de ti. Me estás dando oportunidades que nunca pensé que llegaría a tener, dices que tan solo acabas de empezar, o tal vez me lo digo a mí misma. Me haces feliz y por eso, me estoy enamorando.

Tengo unas ganas irrefrenables de entrar más allá de lo ya conocido, de abrir las ventanas y gritar tan solo dos palabras, y sin embargo se me hace complicado pues no voy a dormir contigo para siempre, no, no soy de las que se aferran a algo de por vida, esta en mi naturaleza partir en cada momento en el que un cambio en mi vida se hace radical, pero si me lo permites, te guardo en un rincón para mí, porque así lo deseo.

Montreal, Gracias.

No me culpes si no me oyes cuando hablo, lo hago con el volumen de mis pensamientos.

1 de marzo de 2010

Y cuando quieras, vienes

Vienes e intentas descubrir mi mente.

Intentas despedazar cada uno de mis neurismos, pensamientos y reacciones. Vienes y me desnudas con la mirada tratando de descifrar cada rincón de mi cabeza que te explique el por qué, el por qué de todo lo que hago, de todo lo que digo. Vienes y trazas la dulce línea que me separa del universo paralelo que es la realidad, el destrozo de emociones y el impacto que crea cada enorme cambio en mi vida. Cada descubrimiento, cada cuchillo afilado que rasga una y otra vez mis
heridas. Cuando quieras, vienes y te interesas por alguno de mis pasos, añoros y logros. Y si te apetece, despiertas de tu letargo para dejar que descanse en el mío. Porque estoy cansada de montar tus puzzles, de escuchar lamentaciones, de sonreir sin ser feliz, de besar sin ganas, de abrazar sin brazos, de respirar por ti.

O si quieres escribo un manual de instrucciones, si lo prefieres, en japonés, para que aprendas uno por uno cada paso que has de seguir mientras sigues creyendo que no soy nada, que siempre acepto, que nunca arriesgo. Que me niego, que no me acepto, que me canso, que odio. Mientras sigues pensando que soy una caja llena de materiales inútiles y sin sentido. Y si algún día decides aceptar el riesgo de intentarlo, intentar entender por qué pienso en todo esto sin juzgar, sin amenazar mi forma de ser, sin creer en la única palabra, te estaré realmente agradecida.

Cuando quieras, vienes.

6 de febrero de 2010

¡Felicidades! (III)

¡Hoy para la peque de la familia!

Ya sé que andas un poco traumatizada con todo este cambio, que el colegio te parece aburrido, que no entiendes a la gente y tu mal humor sube de porcentaje por minutos y es bastante probable que llegue a niveles insospechados algún día, pero no te preocupes, aunque no lo parezca a veces, siempre que me necesites me vas a tener aquí, solo tienes que dejarte ayudar. Estoy más que segura de que con paciencia y con mente abierta pronto estarás en las listas de las mejores de clase, te harás con el inglés y aunque no quieras, con el francés también. Si quieres puedes, yo sé que puedes pero ¿quieres?

Hoy cumples 14 años, estamos en plena edad del "pollo" y a veces no hay quien te aguante, pero tranquila, se que tú piensas lo mismo de mí pero ni tanto ni tan poco, te quiero tanto como te odio ¡enana! jaja

Enjoy this life, you only have one ;)

18 de enero de 2010

Ice Age

Una reflexión rapidita

Creo que ya no me hacen falta los patines, con saber escoger el charco congelado adecuado tienes tu propia feria montada...

AVISO: ¡¡Cuidado con los picos puntiagudos y bloques de hielo que caen de los tejados!!

17 de enero de 2010

Hoy, una de fantasía

In memory of you...

Aggg que asco, el nuevo editor me deja las imágenes chafás!!
*Para una correcta visualización, hacer click en el link del título de la entrada ;D


Hace unas noches tuve un sueño. No es de extrañar, desde que aterricé en Montreal no dejo de soñar noche tras noche. Al parecer todos mis pensamientos rebotan en mi subconsciente constantemente y todo aquello que recuerdo y me niego al mismo tiempo araña mi cerebro para hacerme recordar que estuvo ahí. He soñado con la mayoría de vosotros en diferentes situaciones e irónicamente no lo he hecho con las personas más cercanas que he tenido en los últimos tiempos. Hoy escribiré sobre el sueño más fantástico que he tenido en mucho tiempo, le tocaba el turno a Fran, al que mando un enorme abrazo, que no tiene internet y no puedo comunicarme con él si no es por carta.

--> Nos situamos bajo un húmedo y oscuro túnel alumbrado tan solo por unas tenues antorchas que portaba nuestro ejército. Frente a nosotros una vía de ferrocarril tal vez construída unos centenares de años atrás por la que pasaba constantemente un tren de madera en ambas direcciones. Tensas miradas espectantes trataban de saciar la sed de sangre de nuestro enemigo que esperaba el triunfante regreso del Tren de Oro, al igual que nosotros. Podríamos ser una veintena de personas dispuestas a defender nuestro legado, ese tren era el motivo de nuestro enfrentamiento constante y con tímidos dejes de terror y honra dirigiéndose a nuestro fin, deseabamos derrocar a esos malditos bastardos para conseguirlo a cualquier coste.

Tratando de no derramar sangre ambos adversarios decidimos pacíficamente jugarnos el preciado trofeo a pares o nones, sí habéis leído bien, a pares o nones, el juego más eficaz y fiable que se nos pudiera haber ocurrido en aquel momento. Ganamos, por supuesto. El Tren de Oro iba a ser nuestro, observamos cómo iba apareciendo de la nada desde el fondo del tunel y se detuvo frente a todos nosotros con su centelleante brillo. El Capitán General (Fran) de nuestro ejército, el cual era mi protegido, dio la señal para abordar nuestro merecido tesoro y llevarlo a su destino... Dios sabe cuál, pues en ese mismo instante nuestro incesante y vil enemigo se había hecho con la locomotora y se largó con ella dejándonos a todos atónitos tratando de planear un contraataque de recuperación.

Pasando a otro tema, porque se ve que mi cabeza quería dejar al maldito tren en paz por el momento. Nos encontrabamos el Capitán Genral, que yacía recostado en un montículo frente al sol con una armadura tan negra como brillante, bien podría recordarme a la vestimenta de Oded Fehr en The Mummy pero al estilo medieval, y yo, como una auténtica guerrera sexy tal que la de la imagen de arriba, en un valle verde digno de escenario de Braveheart. "¡Que Heavy!, esto me mola" pensé. Mi arma, pesada y muy poco eficaz, tenía forma de pinzas planas gigantes sin filo alguno y dificil de manejar. Un arma inútil.

Mientras daba un paseo por el campo y entre los arboles me encontre de frente con dos nuevos enemigos, parecían estar contra mí, estaba claro, pero tampoco eran del mismo ejército, aquello era evidente. A la derecha 3 fantasmas de larga cabellera y cara de malos malotes, a la izquierda 3 aliens, sí, los mismos que los de Expediente X. Ambos llevaban vestimentas de cuero, sin forma definida, pero al parecer protectora pues al acercarse a mí y atacarles con mi maravillosa e inútil arma no sintieron pánico ni dolor alguno. Marché corriendo ante la ineficacia de mi ataque a avisar a mi Capitán General que ya no se encontraba donde la última vez, en su lugar habían tres especie de orcos, y por qué no, voy a hacer una nueva comparación con El Señor de los Anillos, y un humano fuerte y rudo pelirrojo con barbas desaliñadas que venían a por mí de nuevo.

"Algo debo haberle hecho a toda esta gente para que la tengan tomada conmigo", me dije.

El humano me agarró del brazo y me llevó, despistando a los orcos y dejándolos atrás, a un nuevo pasadizo húmedo y oscuro el cual atravesamos hasta llegar a un nuevo valle donde todo era maravilloso, bonito, colorido y tranquilo, sin más enemigos... el humano se tranformó. Era mi Capitán General, que a pesar de ser mi protegido, aquella vez fui su protegida, salvada por él.

-- FIN --

No logro encontrarle el significado a la pelicula que se montó mi cerebro aquella noche, pero desde luego, sueños tan entretenidos como este ¡tendría todas las noches!

¡Saludetes Fran! xD

15 de enero de 2010

¡Felicidades! (II)

Va la segunda celebración desde Montreal.



Nuestra familia goza de muchas aventuras a lo largo de los años, podemos remontarnos a una historia de unos 50 años atrás, que es hasta donde me han podido contar. Hoy cumple años la tía Helga, nos hace 47 añejos y a pesar de todo este tiempo fuera de comunicacion, de extraña relación, de historias con tanto sentido como sin él, resulta irónico que hasta hoy, que ni siquiera me encuentro en la misma ciudad, le vaya a felicitar. Espero que con el tiempo me salgan suficientes palabras para poder contarle que nunca quise esta distancia que se ha creado a lo largo de los años y que aun estando puerta con puerta no supe aferrarme a la poca familia que tengo, que apesar de todo, está creciendo.

Feliz cumpleaños Helga y recuerda: ¡A cumplir muchos más!