6 de junio de 2011

Hablemos de...

'Eso' que no podemos controlar.

En mi anterior entrada hablaba de la falta de personas puntuales en mi vida desde que estoy aquí. Los hay que tocan la patata más de la cuenta y sobre todo sin querer que eso ocurra y los hay que sencillamente, su compañía es lo más puro que necesitas. Hablaba también del rechazo que siempre he tenido a depender de alguien, sigo teniéndolo, soy una persona bastante independiente, con unas ideas bastante claras aunque muy difusas a la vez a veces, digamos que no cierro puertas a las dudas y al hecho de corregir mis propias palabras constantemente, aunque ello suponga tener que bajarme los pantalones y mostrar mis posaderas a alguien que por orgullo, otros, jamás lo harían. No, el orgullo no es lo mío... me parece que no.

Pues bien, me coloco frente al espejo, trato de despejar las ideas mas comunes para continuar con el tedioso trabajo de conocerme a mí misma. ¿Qué te está pasando, ya no tienes ganas? qué pasa a tu alrededor, tantisima gente, cientos de personas andando por la calle, decenas sentadas en los bares, amigos de tus amigos, estás conociendo a individuos constantemente y no eres capaz de fijarte en ninguno de ellos. No solo eso, sino que ademas las personas que se acercan a ti para decirte probablemente los mas bonitos piropos que nadie te ha dicho nunca, te dan la impresión de que tengan un serio problema mental o estén borrachos. ¿Por qué no lo aceptas de una vez? Tal vez sí que le gustas a toda esa gente... ¿Por qué no, simplemente, pruebas? Una cita, una cerveza, un café...

No, me niego. Y a pesar de que alguna vez he hablado de mi misma diciendo que no soy una cabeza cuadrada, que no pongo barreras, que me gusta ver, conocer, experimentar... en lo que a relaciones se refiere, me retracto ante esas palabras y sigo pensando que nunca voy a aceptar una invitación de alguien cuya técnica es el "Hola guapa, ¿qué haces por aqui?", ¿no es evidente? estoy en un bar, me tomo una cerveza y charlo con mi gente, o bien "pues ná, aqui esperando al metro, observando a la gente del andén de enfrente que me da la impresión de que están haciendo exactamente lo mismo que tú y que yo". Y luego me llaman borde... no es una buena técnica, no funciona conmigo y por lo que tengo entendido, tampoco con la mayoría de mujeres.

Pero en fin, volviendo a lo que iba. Me considero una tía racional en cuanto a lo que amores se refiere y tal vez debería ser mas emocional para vivir más aventuras. A estas alturas, cuando tocas tanto la realidad y sólo el raciocinio te mueve, es muy difícil volcarse ante la emotividad, la ceguera que producen algunos sentimientos y me da miedo también, quisiera pensar que volvere a sentir alguna vez y no sólo eso, sino que podrá ser algo correspondido y entrará dentro de mi vida alguna otra persona como esa en la que pienso ahora mismo, o aquella otra en mi tierna adolescencia.

Hay personas que vienen sin avisar, te avisan de que se van y no te dan opción a retenerlas. Ahí te han dejado, con un vacío existencial y un grifo abierto de emociones que tanto te han costado sacar. Que por poco que duraran esas aventuras, tan solo unos pocos meses, te das cuenta de que ha pasado un año y siguen ahí, las recuerdas, las comparas, las revives, incluso en la cama y sigues ciega... sigues pensando que mañana va a volver y no habra pasado el tiempo. No es sano pero tampoco fácil de manipular, no controlamos algunos impulsos, debemos admitirlo, no somos conscientes de como funciona nuestro cuerpo y a pesar de creer que te conoces, al menos en un alto porcentaje, no es así.

Cada impulso me ha movido a decir o hacer cosas diferentes en una situación y no siempre es la experiencia, diferenciar el bien del mal, callar cuando toca o hablar cuando debes defender una idea. Y la falta de palabras, la falta de expresión, la impotencia. Creo que ese es el quid de la cuestion... la impotencia. Tener ante ti lo que siempre andabas buscando y se te escape entre los dedos...

¿Conoceis la sensación de pescar ese pequeño trocito de cascara de huevo entre la clara?
además de asqueroso, escurridizo, y lo sabes... ¡¡joder, se rie en tu cara!!

3 de junio de 2011

De sueños y pies en el suelo

¿Cuántas veces son necesarias luchar para alcanzar una plenitud real?

Así, a bote pronto, el mejor consejo es no contarlas. No merece la pena, no debemos comprender la magnitud de los hechos tan sólo para compararlos con otros, sino para valorar nuestra fortaleza y resistencia, y sobretodo para no perderla jamás.

Las cosas han cambiado bastante en este tiempo.

Sin entrar en detalles diré que me vi repentinamente forzada a un exilio inesperado del absolutismo para encontrarme en la república independiente de mi casa. El cambio no suena nada mal. Desde entonces llevo luchando poquito a poco por mantener una vida que a pesar de que no la conocía, la echaba de menos. Poder hacer cuanto quisiera, donde quisiera, con quien quisiera, sin ser cuestionada ni juzgada, sentir la libertad, respirar por fin. No por ello los quebraderos de cabeza y las preocupaciones desaparecen. Sigo pensando en todo lo que fue y sobretodo en cuanto echo de menos a esas dos personitas que me acompañaban en todo momento. En ocasiones sintiéndome algo sola y en otros momentos abrazando las llaves de la que tengo por mi casa.

Como digo, han cambiado cosas. He cambiado de trabajo despues de 10 meses de insoportable insomnio y esclavitud, decidí abandonar arriesgándome a quedarme en la calle. Debo agradecer a los que estuvieron ahí, y siguen estando, la ayuda que me proporcionaron, todavía no sé como, pero lo haré.

Sigo enamorada de esta ciudad, en ocasiones confundo si es de la ciudad o del recuerdo que me dejó el verano pasado después de los altibajos (muy altos y muy bajos) que tuve. Sigo luchando por adaptarme a este lugar, aun no sé francés pero es que también hay que admitir que aprender dos lenguas a la vez es un poco suicida, al menos ya lo comprendo en su mayoria pero no lo hablo, sigue dandome vergonyetes, poco a poco. En cambio me ha dado por el italiano y el alemán, que mira es lo que tiene estar en un trabajo tan internacional como el de testeador de videojuegos.

Me pregunto continuamente cual va a ser el siguiente paso y cuando voy a decidirme a darlo. Mi intencion al llegar era ponerme a estudiar y sacarme un titulo como dios manda ya que en España ni la motivación ni la economía me lo permitía, ahora ya ha pasado año y medio y aun no me he puesto a ello, también me pregunto si lo haré algun día, no lo sé, mi cabeza va y viene constantemente y no me siento vieja, ni mayor, pienso que nunca es tarde para ponerse, pero en 2 semanas hago 26 años, y lo de andarse con tonterias ya no está tan bien visto.

Otro golpe fuerte que noto dentro de mí es la falta de personas muy puntuales en mi vida, les necesito, todo lo que siempre había detestado, la necesidad y dependencia de alguna persona, lo estoy sintiendo ahora. Necesito que esten a mi lado, me hagan reir, me escuchen llorar, emborracharnos juntos, soltar las mismas estupideces de siempre, que esten para mí de la misma forma que yo estoy para ellos. Aun falta mucho por avanzar, no vine de paso. La estancia aqui no se resume al maravilloso verano pasado lleno de ... cosas diferentes, experiencias que nunca había vivido. He venido para quedarme y tener una vida nueva y no es tan fácil como pudiera parecer a pesar de lo adaptable que soy a todo en general.
En resumidas cuentas,
Necesito teneros cerca


Por otro lado, no voy a ser una más, no voy a escribir sobre la Spanish Revolution, no voy a dar otro punto de vista, no quiero hablar por hablar para acabar diciendo nada o lo mismo, para eso dejo a los compañeros de incomparable verborrea y dominio de la lengua y me limito tan sólo a leer y ver todo lo que esta pasando y decir que desde aquí estais recibiendo todo el apoyo de alguien que en su día quiso luchar por unos derechos básicos para todos y se sintió sola junto a otros cuatro gatos callejeros con un kalimocho en la mano y una indignación sin medida y perdió la esperanza en ese pais por el cual nunca había sentido orgullo alguno.

Hoy puedo decir que estoy orgullosa, gracias a todos vosotros.
La unión hace la fuerza... ¡Resistencia!